Vicente Fossas es descendiente de una familia de artesanos camiseros desde 1929 y considera que los puños de la camisa pueden ser dobles, mixtos o redondos y siempre deben tener los ojales en horizontal para que no se abran los botones.
“En cuanto a los cuellos, tengan la forma que tengan (italiano, inglés, clásico…), deben incorporar una varilla extraíble, que puede ser de metal acabada en níquel. Es imprescindible porque “las puntas del cuello deben tocar la camisa y no encontrarse despegadas, ni deben moverse por falta de rigidez”, asegura Vicente Fossas.

Una buena camisa debe ser de seda o algodón, preferiblemente; debe cubrir por completo el brazo hasta la muñeca, e incluso llegar hasta media mano con el brazo extendido, y el puño debe sobresalir de la chaqueta un dedo o un centímetro. Más imprescindibles: una camisa clásica lleva “canesú”, que es una costura en la parte posterior con la forma arqueada exacta a la estructura ósea.
¿Y las medidas?